jueves, 15 de diciembre de 2011

Una centésima de segundo

Hoy en el colegio empezaba la campaña de Navidad. Hemos ido a la sala de conferencias y nos han mostrado este vídeo:




Por supuesto, ésto no lo hice yo, ni lo haré, pero me ha dado qué pensar. Yo quiero ser fotógrafa profesional y me pregunto: "¿Hasta dónde somos capaces de llegar? ¿Dónde está el límite?". El límite lo ponemos cada uno de nosotros pero... 
Si la fotógrafa no hubiera tenido una cámara en las manos, ¿Hubiera actuado de otra manera? ¿Qué valores pone la fotógrafa por delante de la dignidad de la niña? ¿Y la dignidad de la fotógrafa? ¿En qué situación queda...? ¿Cuándo comienza a darse cuenta la fotógrafa de lo que ha sucedido? ¿Qué se lo impedía? ¿Deben tener códigos éticos las profesiones? ¿Qué hubiera hecho yo?
La verdad es que me ha impresionado mucho, sería incapaz de dejar morir a otra persona por beneficiarme, y menos a un niño. Tampoco hace falta llegar al extremo de dejar morir a alguien. ¿Somos capaces de conseguir lo que queremos a cambio de que los demás sufran?
Ahí dejo el corto, cada uno que saque sus propias conclusiones.

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