domingo, 4 de enero de 2015

Oh, dulce Navidad


Ya llegó la Navidad! Las calles están llenas de luces, de color, y aunque hace frío da gusto pasear.
Es una época en la que nos ponemos un poco tontorrones, estamos más sensibles, nos proponemos cosas buenas, pedimos deseos, nos ilusionamos, echamos de menos a la gente y siempre esperamos que las cosas se arreglen, vayan a mejor... 
En la Plaza del Pilar todos los años ponen un montón de puestos navideños, un belén gigante, una rampa para que los niños bajen sentados sobre una especie de neumático... hasta una pista de hielo para patinar. Sé que alguna vez lo he comentado, me encanta patinar! Aunque hace un par de años que no lo hago, pero entrar a la pista me hace recordar cosas muy agradables, pero jo.. y si no me acuerdo de patinar?
Entre tanto puestecillo, está el Árbol de los Deseos, casi todos los que pasan por ahí cuelgan su deseo en alguna rama. Este año todavía no lo he puesto, y no sé si lo haré, porque el año pasado lo hice pero mi deseo no se cumplió del todo, qué pedí? Puse: Quiero ser feliz, y buf, qué difícil es conseguirlo, he tenido momentos que sí, que he sido feliz, he conseguido cosas que me han hecho feliz, pero no del todo... Siempre queda esa parte pendiente que no consigo que funcione como yo quisiera. Por eso, este año no sé si lo haré. Bueno, que no me quiero poner triste. 
Aquí está mi trabajo de Navidad. Ah, y por cierto, Feliz 2015!